¿Qué tiene que ver la filosofía griega con el aseo de los baños de una gasolinera? Rebeca Castellanos y Médar Serrata, poetas dominicanos que viven en los Estados Unidos desde hace varias décadas, revelan la respuesta y hablan de las tertulias, el hablar inglés con acento y las travesías de la vida.
A continuación compartimos los poemas leídos en el episodio:
“Home” de Los instrumentos del gozo (2016) por Rebeca Castellanos, reproducido con permiso de la autora.
Home
¿Se hereda la culpa
se hereda el pecado
se hereda el trauma
la pérdida
el exilio
el recuerdo de otras calles
que no se volverán a ver
las caritas que no volverás a besar?
Ayer oí decir:
“el desarraigo deja una cicatriz permanente”
¿Se hereda la cicatriz?
¿cuáles son sus efectos?
Soy hija de múltiples cicatrices
Cicatriz de mi madre
Campechuela
La Habana
Santo Domingo
Miami
Cicatriz de mi padre
Pimentel y Castillo
padre y madre
Güela
Santo Domingo
y amigos amigos amigos
y calles y nombres y pasaportes
(tres)
And making a new home
because there is no return
home no longer exists
The house no longer exists
the streets
los amigos
el aire mismo es otro
En fin
que soy hija de esos seres llenos de cicatrices
y también llenos de historias
de comienzos
de aventuras
de coraje
de gran coraje para abordar
otra vez
la yola el barco el avión
la nueva lengua
otras calles
Y hacer un nuevo
Home
“Rapsodia para tontos” por Médar Serrata, reproducido con permiso del autor.
Rapsodia para tontos
Los círculos concéntricos que produjo la inmersión de la escobilla
en el agua
renovaron su antigua obsesión por lo infinito
Un círculo engendraba a otro círculo en un trazo
cuya línea sinuosa continuaría expandiéndose
como las corrientes en las profundidades marinas
La escobilla a su vez intentaba
la siniestra forma del erizo
Cuando el hombre salió a escena hace un cuarto de millón de años
ya el mar estaba allí
y el hombre lo miró maravillado
Restregó con fuerza la mancha amarillenta del inodoro
aspiró el acre olor a trementina
pensó en los griegos cantó en voz baja
El círculo y el agua aterraron a los griegos
desde el día en que Narciso
vio su imagen sonreírle desde el temblor del agua
el agua devino entonces en prisión de la imagen que se contempla
a sí misma
falsa transparencia en la que aspira regresar al origen
intacta como en la suprema perfección del círculo
reconocerse al fin y destruirse
Volvió a ver el mar por vez primera al ver su fundamento
se arrojó hacia el cielo desde las altas olas del crepúsculo marino
y en la arena tibia abandonó la huella de su pie transfigurado
-hondo vuelo sí
hacia otros mares
hacia otros vientres dónde reposar sus cabellos en desorden
y dónde penetrar la misteriosa geometría de los mundos
el orden de los seres y los signos
Si Parménides estuvo en lo cierto
y la unidad participa de lo múltiple
si lo uno y lo múltiple son en fin lo mismo
entonces ciertamente uno es igual a dos
y mi risa es doble y mi locura doble
y mi alma en este instante está rozando lo infinito
Pero los círculos se desvanecieron y el agua quedó tranquila
en el fondo
Era tiempo de limpiar los urinarios
de vaciar sus vientres casi perfectos llenos de chicles y colillas
de abandonar el canto por un momento para encender un cigarro
y sostenido sólo por la cuerda de su respiración
seguir después cantando sin separar los labios
Porque la respiración tira del canto suavemente con firmeza
y el canto se desliza
traza arcos inaudibles
gira y retrocede en su desliz vertiginoso
carente de palabras y de engaños
Así solían cantar los griegos en sus largas horas de ocio
hasta que surgió el silogismo
la causa y el efecto la medida
¿No está ya el canto llamándonos hacia su ámbito oscuro desde entonces
y como nuestros sueños más caros cayendo
vertiginosamente en el ancho dominio de lo desconocido?
¿No está el ave en nosotros ya muriendo?
Uno y dos son lo mismo y es un hecho terrible
que nuestros banqueros no puedan comprenderlo
el mundo estaría tranquilo
llamaríamos a sus puertas sin temor argumentando
“diez es igual a diez mil
diez es todo lo que me queda
Aquí los tienes
No te debo”
Pero nuestros banqueros no entienden de filosofías
su aritmética es infame
y en eso se asemejan a los urinarios
Detén extranjero tus pasos para que admires la obra
de nuestros banqueros y nuestros urinarios
Une tu voz al coro de alabanzas a todo lo que ríe
porque ha caído
y desconoce el tormento de las profundidades
Y está lleno de razones
Y de colillas
Música del episodio: “Chill Wave” – Kevin MacLeod (incompetech.com). Licensed under Creative Commons: By Attribution 3.0 License.